Si eres un extranjero residiendo en España es seguro que te habrás preguntado alguna vez qué ventajas tiene conseguir la nacionalidad española. Lo cierto es que adquirir esta condición reporta muchos beneficios a quien vive en este país, que además abre las puertas a Europa.
Miles de extranjeros optan por obtener el pasaporte español debido a las facilidades para realizar viajes al extranjero, sin necesidad de visados o permisos especiales; así como por los derechos derivados de su posesión como, por ejemplo, la oportunidad de acceder a plazas públicas trabajando como funcionario del Estado.
En definitiva, tener la nacionalidad significa que disfrutarás de los mismos derechos que el resto de españoles y también aceptarás los deberes y obligaciones establecidos en la Constitución Española.
Hagamos un rápido repaso de los motivos que pueden llevarte a tomar esta decisión:
- Recorre el mundo casi sin visados ni permisos especiales. Tener el pasaporte español te permitirá viajar a 186 países sin pedir visado o permisos especiales.
- Además de Español, serás Europeo. Disfrutarás de libertad de acceso, circulación y trabajo por todos los estados miembros, tal como establece la Directiva 2004/38/CE. Es decir, puedes residir y trabajar en cualquiera de los 27 estados de la Unión Europea.
- Acceso a plazas públicas nacionales y a plazas no accesibles para extranjeros. Siendo español podrás optar a las oposiciones del cuerpo nacional de Policía, Guardia Civil o al Ejército; así como a cualquier convocatoria para trabajar como funcionario, tanto en la administración española como en la europea.
- Elecciones Generales: la posesión del pasaporte español permite formar parte de los procesos electorales, por lo que se puede votar o ser votado en las elecciones generales o autonómicas.
- Burocracia menos complicada. El papeleo es incómodo y ser ciudadano español no te va a librar completamente de la burocracia. Pero sí es mucho más fácil renovar el DNI y pasaporte españoles, que el NIE. Podrás olvidarte de la engorrosa burocracia relativa a las tarjetas de residencia.
Doble nacionalidad española
Por lo general, al adquirir la nacionalidad española se renuncia intrínsecamente a la nacionalidad de origen. No obstante, España tiene suscritos una serie de acuerdos internacionales, los cuales permiten conservar la nacionalidad de origen aunque se adquiera la nacionalidad española.
Los países con los que se dispone de acuerdos de doble nacionalidad son: Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Guinea Ecuatorial, Ecuador, Filipinas, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, El Salvador, Uruguay y Venezuela.
En algunos casos, como el de Rusia también es posible contar con dos nacionalidades distintas sin que exista convenio de doble nacionalidad entre ambos países. En este ejemplo, en España ese ciudadano será exclusivamente español a todos los efectos, y en Rusia será considerado ruso. Es decir, se mantienen ambas condiciones sin que una y otra se interconecten.
En estos casos de doble nacionalidad se articulan medios para «dar preferencia a una de las nacionalidades» para, de esta manera, tener un punto de referencia en lo relativo a las relaciones ciudadano-estado. Esta preferencia normalmente se establece por el domicilio establecido del interesado.
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